El ajolote: biología del anfibio más sobresaliente del mundo (Elefanta Editorial), es el nuevo libro publicado sobre uno de los anfibios más sobresalientes y enigmáticos del mundo.
Su autor es el biólogo Andrés Cota y hace poco dio una entrevista para La Jornada en la que desvela increíbles datos sobre este ser que nos sigue fascinando con el tiempo y aquí te los compartimos:
- Los mexicas los veían como ser mítico, vinculado al dios Xólotl.
- En la época colonial, como una manera de desmitificarlos, se decía que era indecente. Decían que embarazaba a las mujeres en los lagos.
- Los principales naturalistas de todos los tiempos como Humboldt, Darwin, Cuvier o Kollmann se sorprendieron al darse cuenta que se trata de una especie neoténica, es decir, una larva eterna.
- “En el nivel metafórico es como que tiene la llave de la eterna juventud. Es una manera de concebir este poder de no volverse adulto nunca, aunque en realidad es una larva vieja, pero hay pocos animales así. Eso lo volvió una figura biológica muy relevante.”, cuenta el autor del libro.
- En la literatura, de Julio Cortázar a. José Emilio Pacheco, Octavio Paz, Salvador Elizondo y otros escritores importantes, “ le han dedicado páginas como musa”.
- Si una de las partes de su cuerpo falta, es capaz de regenerarla.
- “Los ajolotes pueden regresar sus células en el tiempo biológico; una de la piel, por ejemplo, la hacen para atrás y se vuelve una célula totipotencial, que tiene menos diferencia y pueden convertir en lo que sea necesario.”
- “Al parecer los blinda contra el cáncer, porque si tienen una célula cancerígena la pueden desdiferenciar”, revierten el proceso tumoral. “Por eso el ajolote es de interés humano”.
- En el espacio donde se construía el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, en Texcoco, que se está volviendo inundar, “se podrían reintroducir ajolotes sin problema. Podría convertirse en un símbolo, un atisbo de esperanza”.
- Hoy existen muchos ajolotes en cautiverio y buenas posibilidades de mantenerlos a largo plazo.
Como contexto, este libro es parte de un género llamado Nature writing, el cual mezcla las ciencias naturales y literatura de forma sobresaliente. ¿Hermoso, no?