Así como en el periodo antropocéntrico se pensó durante miles de años que la racionalidad era exclusiva de los seres humanos, también se creyó que las emociones se delimitaban al mundo homo sapiens, pero no es así y cada vez más estudios lo reiteran. Muchos animales sueñan, sufren y tienen sentido del humor: es una locura, hasta hace solo 20 años se ha comenzado a reconocer la conciencia animal aunque quizá siempre lo supimos por intuición.
Pulpos que resuelven acertijos, cuervos que recuerdan rostros, elefantes que hacen luto ante sus difuntos. Los delfines tienen sexo por placer y además juegan. La conciencia animal es un mundo que nos sorprende en todos los niveles.
“Los científicos comenzaron a admitir que ciertas especies poseían conciencia, pero sostenían que sus experiencias no eran comparables con las nuestras, y que por ende, carecían de significado”, cuenta a National Geographic el etnólogo Rans De Waal de la Universidad Emory.
“Y que los animales tuvieran emociones… eso era para románticos”, continúa De Waal.
Al parecer, así como las necesidades básicas como el hambre o la sed nos orilla a la acción, así también emociones como el miedo o la tristeza nos mueven a activarnos, probablemente con fines evolutivos. Se sabe que “desde las pulgas hasta los chimpancés–tienen emociones, elementales en algunos y avanzadas en otros”, cuenta National Geographic.
En el 2012 se hizo la histórica’Declaración de Cambridge sobre la Conciencia en animales humanos y no humanos’ y dicho documento está avalado por estudios significativos como el de neurocientíficos norteamericanos que descubrieron que en las ratas y ratones se activan los mismos circuitos neuronales que en una persona al sentir emociones. Otro estudio de la Universidad de Emory en EE. UU arrojó que las gallinas tienen personalidad propia, entienden los números y sienten miedo, ansiedad y empatía. Otras investigaciones, por su parte, arrojaron el hecho de que animales como los monos y los elefantes reaccionan contra la injusticia y no cooperan con los humanos que les abusan.
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