Muchos estudios muestran los beneficios del contacto con la naturaleza para la salud humana. Pero pocos han abordado la relación del contacto con la naturaleza en la niñez y la salud mental en la adultez.
Hoy, un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), publicado a finales de junio de 2019 en la revista ‘International Journal of Environment Research and Public Health, muestra que sí hay una diferencia significativa en la salud mental entre aquellos que tuvieron más contacto con la naturaleza y aquellos que no.
Los resultados que forman parte del proyecto PHENOTYPE analizan las respuestas y reacciones de un test psicológico a cerca de 3.600 personas que viven en Barcelona (España), Doetinchem (Holanda), Kaunas (Lituania) y Stoke-on-Trent (Reino Unido).
La investigación muestra que los adultos que durante la infancia estuvieron menos expuestos a los espacios naturales mostraron peores resultados en los tests de salud mental, en comparación con las que tenían más exposición durante la infancia.
Myriam Preuss, investigadora de este estudio, explica también que, «en general, los participantes con menos niveles de exposición a entornos naturales durante su infancia valoraron menos los espacios naturales que aquellos con más niveles de exposición».
Por su parte, la investigadora de ISGlobal Wilma Zijlema, coordinadora del estudio, dice que las conclusiones «muestran la relevancia de la exposición a espacios naturales durante la infancia para desarrollar un estado psicológico saludable y una actitud que aprecie la naturaleza en la vida adulta».
La ciencia está mostrando lo que por tanto tiempo la humanidad ha sabido por intuición: la naturaleza es muy necesaria hasta para el equilibrio de la psique humana.