La pandemia de este 2020 nos ha tomado por sorpresa. Sus implicaciones quizá aún hoy son insospechadas, en todos los sentidos: socioeconómico, político, ambiental, filosófico, etc.
A solo un par de semanas en que el mundo se ‘encuarentenó’ comenzamos a ver cómo nuestra presencia puede ser una plaga para los demás seres vivos. Miles de animales salieron de sus hábitats hacia nuestras ciudades desiertas, como para recordarnos que los humanos estamos de paso, y que la vida sigue.
Y aunque esta cuarentena ha tenido sus efectos positivos respecto al medio ambiente, es verdad que también se han generado millones de residuos que tienen que ver con la protección ante el Covid-19: desde guantes, mascarillas o materiales de protección infectados, entre otros.
¿Te has preguntado qué pasa con estos desechos? ¿Los separas del resto de tu basura? ¿Si has salido a la naturaleza, has cuidado de que no terminen tirados en el entorno natural? En realidad todas estas respuestas son super importantes pues de ellas depende el impacto que los desechos tendrán en el entorno.
Una sola mascarilla tardará entre 300 y 400 años en desintegrarse completamente cuando están a la intemperie en el medio ambiente. ¿Te imaginas? Por ello, en distintas partes del mundo han arrancado campañas para evitar esta situación. En España, por ejemplo, se creó ‘Recuerdos inolvidables. La mascarilla es para ti, no para la naturaleza’, y esta campaña ha sido promovida por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico y por el de Consumo con la colaboración de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Esta misma campaña comunica los efectos nocivos de no manejar adecuadamente los residuos de prevención e higiene en la pandemia, y de ella podemos desprender algunas de las siguientes recomendaciones para cuidar el medio ambiente en medio de este contexto tan extraordinario: