Bien dicen por ahí que el futuro es la sustentabilidad y la autosuficiencia. Tenemos que volver a conectar con la tierra, pues, además de que psicológica y físicamente nos hace muy bien, también es una manera de estar más conectados con nuestro propio consumo.
La agricultura urbana va en auge y cada vez más personas aseguran que sus alimentos estén libres de químicos y además contribuyen a que crezca la soberanía alimentaria y a que haya cada vez un mayor número de espacios verdes.
Esta cuarentena puede ser un momento perfecto para que aprendas a hacer tus hortalizas. Además, las puedes crecer en espacios tan reducidos como macetas.
A continuación una guía práctica para comenzar.
Dependiendo de la temporada, tienes que hacer tu selección. Por ejemplo, en otoño/invierno puedes elegir: betabel, brócoli, repollo, zanahoria, coliflor, cilantro, lechuga, cebolla, rábanos y espinacas. Ahora, en primavera/verano puedes elegir albahaca, zanahoria, pepino, berenjena, pimentones, chiles, papa, rábanos, calabaza y jitomates.
2. ¿Qué tamaño de maceta?
Depende de la hortaliza. Por ejemplo, necesitas macetas profundas para los tomates, las berenjenas, los pimientos y los chiles más grandes; por otro lado, los rábanos, la cebolla, y algunas variedades de zanahorias, chiles, y lechugas se pueden cultivar en macetas más pequeñas.
3. Prepara la tierra
Puedes añadirle materia orgánica de tu cocina. Recuerda dejar al menos la última pulgada de la maceta vacía para evitar que cuando riegues tus plantas no se le salga la tierra por arriba.
A continuación te compartimos esta guía hecha por la Huerta Ecológica ‘La Huella’. Está super práctica porque en una sola infografía hace especificaciones importantes para cada tipo de hortaliza, como la profundidad que necesita, por lo que podrás elegir fácilmente el tipo de maceta que requieres: