Los hábitos de producción y consumo que practicamos actualmente tienen un gran impacto sobre el planeta. La moda rápida, el consumo de algunos alimentos cuya producción es costosa ambientalmente, los plásticos de un solo uso o el transporte que utilizamos no siempre son sostenibles y afectan nuestro bienestar, el del medio ambiente y la economía mundial. Según el informe «Cerrar el grifo» del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el desperdicio de alimentos representan cerca del 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero; la producción anual de plásticos es de alrededor de 430 millones de toneladas (dos tercios de las cuales son de vida corta y se convierten en desechos) y, para 2040, la producción de plástico podría representar el 19% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Para reducir tu huella ambiental y ayudar a cuidar el planeta, puedes poner en práctica estas sencillas recomendaciones:
Optar por dietas vegetarianas siempre que sea posible es una forma de reducir el impacto de la producción de alimentos. La expansión agrícola es responsable de cerca del 90% de la deforestación mundial, mientras que casi el 25% de la superficie terrestre se utiliza para el pastoreo de ganado. Ante esta amenaza a la biodiversidad y ecosistemas locales, preferir una dieta rica en verduras puede mejorar la salud, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar al planeta. ¡Come frutas y verduras!
Cerca del 95% del transporte mundial utiliza combustibles fósiles y produce el 23% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono relacionadas con la energía. Utilizar el transporte público o compartido, o mejor aún, llegar a tu destino caminando o en bicicleta, puede ayudar a reducir las emisiones y la contaminación. Los más de 170 mil árboles del Bosque de Chapultepec limpian el aire de la Ciudad de México, ¡pongamos también de nuestra parte!
Los edificios producen el 21% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, debido principalmente a la electricidad, la calefacción y la refrigeración. Realizar pequeñas acciones como aprovechar al máximo la luz natural, usar focos ahorradores, disminuir el uso del aire acondicionado y comprar muebles sostenibles y electrodomésticos de bajo consumo, pueden ayudar reducir la contaminación, el consumo energético y el calor que se produce en las ciudades y suma al cambio climático.
Los seres humanos producimos 2.240 millones de toneladas de residuos sólidos al año, de los cuales únicamente el 55% es procesado adecuadamente. En esta época de consumo excesivo debemos cambiar nuestros hábitos de compra para obtener solo lo que realmente necesitamos, dar prioridad a los productos que duran más, además de compartir y reparar los bienes, sin dejar de garantizar que las personas puedan satisfacer sus necesidades básicas. Con esto podríamos reducir el uso de materiales de alto impacto ambiental como el plástico, el papel y los textiles, disminuyendo los desechos y las emisiones asociadas a las producciones. Si quieres conocer más sobre la economía circular y dejar atrás la lineal, consulta este webinar aquí.
Lo que hacemos en nuestro tiempo libre -incluyendo las actividades turísticas y recreativas- impacta significativamente en el medio ambiente. El sector turístico es responsable del 8% de todas las emisiones, pero podemos reducir este porcentaje si modificamos nuestras actividades de ocio por unas más sostenibles, por ejemplo: cuando hagas viajes largos, los expertos aconsejan prolongar la estancia, comer en el lugar, evitar los productos desechables y optar por los reutilizables. Aunque lo más importante es conectarte con la naturaleza, que tiene muchos beneficios para la salud y es gratuita, por eso ¡ven a Chapultepec!
