Parece una criatura mitológica, o sacada de los bestiarios de la Edad Media o de las ilustraciones de seres fantásticos. Pero son reales, los caballitos de mar, llamados así por su parecido estético a los caballos, han fascinado al mundo científico y al imaginario colectivo durante milenios.

Hoy, gracias a su estudio podemos conocer detalles de su ciclo de vida que los hace sumamente interesantes, aquí una muestra de esto:
- Son monógamos: sus parejas duran de por vida.
- Como rarísimas veces sucede en el reino animal, el macho es el que incuba los huevos que pronto serán sus crías.
- Su apareamiento es muy inusual: los machos tienen una bolsa abdominal en su parte delantera y las hembras depositan en ellas sus huevos, que ellos fecundarán posteriormente.

- No tienen estómago, y por ello los caballitos tienen que comer casi todo el tiempo por el rápido proceso de digestión.
- Son pequeños, miden entre un centímetro y medio y 35 centímetros.
- Pueden cambiar de color para camuflarse con el entorno y defenderse de sus depredadores.

- Su aleta puede moverse 35 veces por segundo y como “timón” utilizan las pectorales.
- Puede llegar a comerse 3.000 artemias al día.
- Existen más de 35 tipos diferentes de caballitos de mar.
- Su nombre científico (Hippocampus) le viene de dos términos en griego clásico ίππος (hippos, que significa «caballo»), por el peculiar parecido que presenta su cabeza con la de los caballos, y kampos («monstruo de mar»).
- Poseen un sistema visual con ojos que tienen movilidad independiente entre sí, y esto les ayudana reconocer sus presas, pequeños crustáceos que forman parte del zooplancton.