Su nombre científico es Farancia erytrogramma y es conocida como la serpiente arcoíris. La razón de su apodo resulta obvia cuando observamos los patrones multicolores que parecen un pantone de psicodelia en su cuerpo. 

Hacía al menos 50 años que no se le había visto en la naturaleza y la historia cambió, emocionando a muchos, cuando dos mujeres que caminaban por la zona en el bosque nacional de Ocala, Estados Unidos, hace unos meses la avistaron. Cabe apuntar, que la última vez que había sido vista fue en 1969.

Esta criatura es endémica de las llanuras costeras del sudeste de Estados Unidos y solo vive ahí. Vive en grietas y excavaciones cerca de lagos, arroyos y pantanos y no es venenosa. 

Suele medir entre 90 y 120 cm, sin embargo, hay casos en que estos ejemplares han alcanzado los 168 cm. Se trata de un animal muy escurridizo, muy difícil de ver, por los lugares en los que desenvuelve su vida. 

Siempre fue inusual verla, pero, aún más en estos tiempos tan urbanizados, por lo que su aparición ha sido una noticia popular, sobre todo en Estados Unidos.