El bulldog inglés y el Cavalier King Charles Spaniel son dos razas de perros braquicéfalos (con cráneos anchos de hocico corto y cabeza achatada). Esta cualidad les viene como producto de una crianza la cual tiene únicamente fines únicamente estéticos, y la cual a su vez les provoca problemas para respirar, para tragar, trastornos relacionadas con el sistema digestivo como el reflujo esofágico, además de apnea del sueño, problemas oculares, golpes de calor y otras condiciones graves de salud.

Por ello, las autoridades noruegas han prohibido la cría de ambas razas, una decisión que para muchos es polémica pues implica la paulatina desaparición de este tipo de perros, y fue hecha por el Tribunal de Distrito de Oslo al considerar que los ejemplares resultantes experimentan «sufrimientos incompatibles» con la Ley de bienestar animal vigente en el país, según información de National Geographic.

En el caso del bulldog inglés, este tiene 40 trastornos hereditarios, mientras el Cavalier King Charles Spaniel acumula unos 25 trastornos hereditarios. Esto, para las autoridades noruegas, es un sufrimiento animal que no puede ser tolerable legalmente. Ahora, esta medida surgió como efecto de una iniciativa de la Sociedad Noruega para la Protección de animales (NSPA).

‘Muchas de las razas son muy endogámicas y cargan con numerosas enfermedades. Debemos cambiar las maneras como criamos los perros. La forma en que lo hacemos tal vez era aceptable hace 50 años, pero no ahora, declara Ashild Roaldset, presidenta de la NSPA.

Ahora, el cambio legislativo permite el cruce de ambas razas con perros sanos de otras razas como una mecanismo científicamente viable para aportar una mayor viabilidad genética y mejorar su salud a largo plazo.