Durante 70 años la caza comercial indiscriminada mató a más de 1 millón 300 mil ballenas. Pero hoy la historia está cambiando, pues la caza comercial de esta hermosa especie ha terminado y estas ballenas azules están regresando a su hábitat en el océano austral.
Según datos de un estudio reciente, en los alrededores de la isla subantártica de Georgia del Sur, hay 41 nuevos ejemplares de esta especie. En los últimos años este lugar fue escenario de la muerte de al menos 3 mil individuos.
Para los científicos, uno de los motivos por el cual están regresando las ballenas, además de la eliminación de la caza, es por la recuperación del plancton, conocido como krill, que abunda en las aguas que rodean a Georgia del Sur.
Y ha sucedido lo mismo con las ballenas jorobadas al oeste de la Península Antártica.
La matanza comercial de la ballena azul fue prohibida en 1984, y aunque las comunidades indígenas de la zona continúan haciendo caza para su autoconsumo, ello no representa una amenaza para la especie.
Los machos emiten un canto complejo para comunicarse, el cual dura unos 20 mins y se expande por horas; se cree que este tiene funciones de apareamiento.
Durante el verano se alimentan en las regiones polares y migran a las aguas tropicales o subtropicales para aparearse. Lo más impactante, es que no tienen que comer, durante la temporada de verano, pues pueden vivir de su grasa corporal.
