A los ‘animales inmorales’ se les considera por la comunidad científica como biológicamente inmortales. Esto quiere decir que a menos que los mate un depredador, una enfermedad o cambios drásticos en su entorno, pueden vivir indefinidamente, como explica la BBC.
De alguna manera son capaces de detener su proceso de envejecimiento. Y para los científicos estos organismos podrían ser útiles para analizar si los humanos pueden retrasar, asimismo, su proceso de envejecimiento.
Los siguientes animales pueden no envejecer, ¡Increíble!, ¿no?
El gusano platelminto tiene la capacidad ilimitada de regenerar células madre. Un equipo de científicos de la Universidad de Nottingham estudiaron esta especie y descubrieron que los del tipo asexual (ya que unos se reproducen sexualmente y otros asexualmente al dividirse en dos) pueden ser capaces de «rejuvenecer» su ADN. ¿Y cómo ocurre esto? Sucede que el ADN, como el de la mayoría de los animales, llega a su límite en la división celular y nuestro cuerpo comienza a deteriorarse, pero esto no sucede con estos animales. Esto sucede mayores cantidades de una enzima que protege sus células del envejecimiento y pueden reponer estas reservas cuando se reproducen.
El cuerpo de una hidra parece estar formado por células madre autorrenovables. En el 2018, investigadores de la Universidad de California, Davis (UC Davis), plantearon la hipótesis de que las hidras podrían ser inmortales gracias a su capacidad de controlar algo llamado genes transposones, también conocidos como «genes saltarines». Estos genes «saltan» de una parte del genoma a otra, dando lugar a mutaciones. “Cuando somos jóvenes, nuestro cuerpo es capaz de controlar estos genes, pero a medida que envejecemos nos cuesta mantenerlos bajo control. Las hidras, en cambio, pueden ser capaces de reprimir estos genes para siempre”, explica la BBC.
La medusa urritopsis dohrnii
¡Este tipo de medusa puede reiniciar su ciclo vital! Explicado más sencillamente, cuando esta especie sufre estrés, se transforma en una etapa vital anterior; una analogía a esto podría ser una rana que vuelve a ser renacuajo o una mariposa que se convierte en oruga. A este proceso se le llama transdiferenciación. Y para rematar las cualidades extraordinarias de esta especie, cuando se rejuvenece también se clona a sí misma.
¿Qué tal?
*Fotos: Getty Images
