Podría parecer lo más cliché, pero es verdad, la falta de sol puede provoca tristeza y depresión. Esto porque, resulta, este astro es nuestra principal fuente de Vitamina D.
Según un estudio reciente publicado en la revista británica The Lanet (una de las revistas médicas más importantes del mundo) las personas que se midieron en un día muy brillante produjeron ocho veces más serotonina que los que se midieron en un día nublado y triste.
Y no solo esto, pues los niveles de serotonina también fueron siete veces mayores en verano que en invierno.
La vitamina D es uno de los nutrientes más difíciesl de conseguir a través de los alimentos: sólo se encuentra en pescados grasos, algunos hongos y en la soya orgánica. Según la ciencia, la manera más efectiva de absorber esta vitamina es a través del Sol, pues se produce fotoquímicamente en la piel a partir del 7-dehidrocolesterol.
Ahora, como tomar el sol generalmente está asociado a otros factores como el estar al aire libre o caminar, entonces el combo resulta muy benéfico para el cerebro (recordemos que caminar en la naturaleza, por ejemplo, regenera el cerebro).
Así que, ya lo sabes: las cosas gratis de la vida son, la mayor de las veces, las más importantes.
