Zhúr, así le llamaron los científicos a un cachorro de lobo gris que vivió hace 57 mil años. En ese momento la Tierra atravesaba por un periodo interglaciar en lo que hoy es Yukón, al norte de Canadá.
Zhùr descendió de los lobos grises de Siberia, Rusia y Alaska. Este ser vivo del Pleistoceno tuvo 670 gramos de peso y 41 centímetros de largo, murió enterrada cuando su madriguera colapsó siendo la única cría al interior.
Su pelaje, colmillos y estómago, muestran que esta cría murió a las 7 semanas de edad y se encuentra en un extraordinario nivel de conservación.
Tras cuatro años de análisis, un equipo de paleontólogos de la Universidad de Des Moines liderados por Julie Meachen, hallaron a Zhùr, y es el mayor descubrimiento de una especie así, con un nivel de conservación tan perfecto.
El cuerpo momificado se halló en Klondike, cerca de la frontera con Alaska. Este ejemplar de lobo es el mejor conservado hasta la fecha y un descubrimiento inédito en Yukón, una región donde a diferencia de Siberia, los restos de animales prehistóricos no aparecen tan comúnmente.
