Costa Rica es un país que se ha convertido en referente de buen ejemplo respecto a nuestra relación con el medio ambiente. No solo en 30 años consiguieron tener el doble de bosques, también, siendo una de las naciones con mayor biodiversidad del mundo, ha declarado zona protegida al 25% de su territorio.

También, hace 8 años iniciaron un parteaguas en América respecto a nuestra relación con la naturaleza. Gracias a una iniciativa ciudadana, la cual surgió de la Asociación Preservacionista de Flora y Fauna (Apreflofas), y que reunió más de 177 mil firmas, se creó una ley que prohíbe la cacería deportiva y autoriza solo la caza de subsistencia o con fines científicos y de control de especies.

La ley fue probada de manera unánime por el Congreso de Costa Rica y el objetivo es conservar la biodiversidad y atraer a turistas más respetuosos con el medio ambiente. Las consecuencias de hacer caza por deporte son fuertes, la persona que incumpla  puede ser sancionada hasta con 1.5 millones de colones, unos 3,000 dólares, y dependiendo de la especie, podría incluso ser condenada a estar entre dos y cuatro meses en prisión. También, esta ley castiga la exportación y el tráfico de cualquier especie de flora o fauna silvestre.

“Aunque algunos van a catalogar como exagerada esta propuesta de Costa Rica, lo cierto es que estamos muy contentos y es hora de que la flora y la fauna silvestre sean valoradas y no utilizadas como mecanismo para hacer dinero. La fauna silvestre merece todo respeto y protección de la humanidad” dijo para El País, al respecto de esta ley, el biólogo costarricense Freddy Pacheco, excatedrático jubilado de la Escuela de Ciencias Biológicas de la estatal Universidad Nacional de Costa Rica.

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*Fuente y fotos: El País