Dice el monje budista Thich Nhat Hanh que no debemos tener miedo al sufrimiento, sino a no saber como lidiar con él. En tiempos de crisis e incertidumbre, de encierro, de pocas certezas, de vulnerabilidad absoluta, debemos tener la capacidad de calmarnos y cuidar nuestra salud mental. Hacer de esta tarea una prioridad. Aquí unos consejos que ha dado la Organización Mundial de la Salud, en diferentes comunicados.
No estés pegado todo el día al radio o la televisión, raciona el tiempo en que te informas y elige fuentes oficiales. No abras todo lo que te llega en el Whatsapp. Busca otros temas de conversación que no tengan nada que ver ni co la crisis económica ni con el virus. Cuando recibas algo muy alarmista, antes de compartirlo, investiga un poco más y trata de no esparcir el pánico a los demás.
Todos, en alguna de nuestras redes, tenemos a esa típica persona que se la pasa subiendo cosas negativas, que no para de criticar todo, que siembra más miedo y negatividad. Esto está fuera de tu control, pero puedes dejar de seguir a personas negativas. Aprovecha el tiempo para hacer una buena limpia de lo que sigues o para darte un descanso de alguna de las redes que te cause más ansiedad. Limita también las horas que pasas en el internet y cuando estés saturado apaga la computadora y ponte a hacer algo de movimiento físico.
Piensa que todas las personas que conoces están pasando por una situación similar a la tuya. Algunas personas en circunstancias aún más complicadas. Trata de ser empático y de no perder conexión con las personas que quieres. Es buen momento para resolver conflictos, si los tienes, con alguien o para retomar amistades o conexiones que perdiste con los años, aunque sea en la distancia. Las crisis cimbran lo más profundo de todas las personas y en estos momentos compartimos la vulnerabilidad con el mundo entero. Cuando te sientas muy angustiado piensa en las cosas buenas que tienes, en las cosas positivas que puedes sacarle a esto.
AnxietyUK sugiere practicar la siguiente técnica para lidiar con los momentos en que te atacan los peores sentimientos de ansiedad.
Reconoce y admite la sensación de incertidumbre.
No reacciones como lo haces normalmente. No reacciones en absoluto. Haz una pausa y respira.
Repítete que es la preocupación que te está afectando y que una aparente necesidad de certeza no es útil ni necesaria. Se trata solamente de un pensamiento o sentimiento.
No creas todo lo que piensas. Los pensamientos no son declaraciones ni hechos.
Despídete de algunos pensamientos y sentimientos. Pasarán. No tienes que reaccionar.
Explora el momento presente, porque ahora, en este momento, todo está bien.
Mide tu respiración y las sensaciones de esta acción.
Observa el suelo debajo de ti. Mira a tu alrededor y observa lo que ves, lo que oyes, lo que puedes tocar, lo que puedes oler.
Pon tu atención en otra cosa, en lo que necesitas hacer, en lo que estabas haciendo antes de que te dieras cuenta de las preocupaciones que te dominaron.
No sabemos hasta cuándo tendremos que estar encerrados. Por eso es bueno mentalizarse y aún de casa, hacer cosas diferentes todos los días. No seguir exactamente la misma rutina, tratar de tomar el sol, salir al patio o azotea a ver la luna, hacer ejercicio y comer saludable. Aprender cosas nuevas, leer nuevos libros, dibujar, hacer una play list con tu música favorita, bailar, hacer manualidades, arreglar espacios de la casa. Lo que la imaginación te de a entender.