Su fundadora, Amalia Hernández, es una de las grandes embajadoras de la danza mexicana en el mundo. Cuando creó el Ballet Folklórico de México, solo en pocos años, pasó de 8 a 300 bailarines y, desde entonces, ha llevado al escenario las danzas tradicionales mexicanas.
Ha realizado más de 100 giras internacionales visitando un total de 60 países y más de 300 ciudades. Entre sus muchos reconocimientos está el Premio al mejor grupo dancístico del mundo, otorgado en 1961 en el Festival de Naciones en París; en 1992 fue reconocido en Nueva York con el Premio Tiffany, y en 2003 se le otorgó el Premio Fundación México Unido y las Lunas del Auditorio.