La crisis climática nos tiene a todos preocupados. Lo cierto es que, entre los esfuerzos individuales, uno a veces se siente impotente y por eso las políticas públicas de efectos masivos que apuntan a paliar este desastre son tan bienvenidas.
Y una de ellas ha surgido en Filipinas: la nueva medida arrancó en mayo pasado y se llama “Ley Ambiental de Legado de Graduación”. Esta estipula que todos los estudiantes de escuelas primarias y secundarias, así como de niveles superiores hasta la universidad, deben plantar 10 árboles como parte de sus requisitos para recibir el grado.
Si bien es cierto que muchos de los árboles plantados masivamente pueden morir, aún siendo conservadores, y tomando en cuenta que quedaran vivos solo un 10% de estos, la cifra de supervivientes sería de un total de 525 millones de árboles cuando los niños de hoy salgan de la universidad.
Gracias a esta medida, la isla tendrá hasta 500 millones de árboles y la idea es que se genere una cultura de protección entre una generación a otra. Hay que tomar en cuenta que Filipinas ha sido uno de los países más afectados por la destrucción de sus ecosistemas pues, solo durante el siglo pasado, perdió aproximadamente 10 millones de hectáreas por la deforestación.