Su nombre es Harley, a simple vista parecería un faldero de esos que le ladran histéricamente a los perros grandes, como si no fueran conscientes del tamaño de su mandíbula, pero Harley es médico, es médico terapeuta y en estos tiempos difíciles de batalla contra el COVID-19, el profesional canino está ayudando al personal médico de un hospital de la Ciudad de México a combatir el estrés con el que luchan ante el brote de coronavirus.
Ataviado con botas, máscara y una suerte de impermeable que lo protege, Harley, quien padece una discapacidad visual, y por eso le dicen «El Tuerto», circula con su compañera de jornada, la doctora Ledesma, para convivir con el personal médico y sacarles sonrisas. El perrito los ha ayudado a amortiguar el estrés psicológico, afectivo y psíquico, afirma su dueña.
El pequeño Harley no es un amateur, se preparó poco antes de que empezara la pandemia, es parte del trabajo que ejerce en el departamento de psiquiatría y neuropsicología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre. Allí ha participado en terapias con pacientes que sufren enfermedades psiquiátricas o neuropsicológicas.
La situación que vive el personal de salud no es fácil de llevar, no es solo el estrés y la presión de ver a los pacientes en máximo sufrimiento, no es solo el miedo de contraer la enfermedad, es también la soledad que causa el confinamiento, pues muchos de los médicos han tenido que dejar de ver a su familia para no propagar el virus.
Harley juega con ellos, les hace compañía, les arranca carcajadas por su curioso atuendo profesional y los ayuda a tener momentos felices en medio de tanta tristeza. Harley es un pequeño héroe que ayuda en la enorme labor de nuestro personal de salud, a quienes agradecemos de todo corazón.
Aquí puedes verlo en acción.
Con información de National Geographic.