Podríamos decir que este parque, que es el único en su tipo construido por mexicanos, es un santuario de adrenalina. Pero no solo fue diseñado para los amantes de las patinetas, sino como un espacio de interacción social y esparcimiento en la ciudad.

Además del skatepark, cuenta con una plaza de acceso, juegos infantiles, áreas verdes y mobiliario urbano para realizar picnics.

En él podrás encontrar dos áreas diferentes para practicar este deporte extremo: La Street, donde hay 8 plataformas con desniveles, escaleras, barandales, medios tubos, pirámides y cajas para trucos, y los bowls, que son dos albercas de concreto de 312 y 363 metros cuadrados, donde se pueden hacer otro tipo de acrobacias, además puedes rentar el equipo, tiene servicio de primeros auxilios, clases para principiantes los fines de semana, vigilancia y baños público.